Las tripas y el páncreas

Estaban paseando por el parque unas tripas y un páncreas. Iban comiendo un helado cada uno, el sol les daba de lleno en el rostro que no tenían.

- ¿Qué tal el clima... el cambio de clima? -preguntaron las tripas.
- Bien -respondió el páncreas.
- A mí me afecta un poco el sueño.
- ...¿Sabes cómo quedó el partido?
- Ganaron los Cerebros Secos, tres cero.
- Los Escrotos Escocidos están jugando mal.
- El entrenador es malísimo.
- Les falta disciplina.
- ¿Y cómo está la familia?
- Bien felizmente ¿La tuya?
- Bien, gracias. Ultimamente tengo cierta inquietud.
- Dime.
- ¿Alguna vez haz sentido que eres parte de algo más grande?
- ¿Ah? ¡¿NO ME DIGAS QUE CREES EN EL HOMBRE?!
- No sé si se llama así.
- ¡Cuidado!
- Me quedé sin helado.
- Eso te pasa por andar pensando.
- Es solo un helado.
- Sí, supongo.
- ¿Puedo chupar del tuyo?
- No ¡Qué asco! Eres las tripas y sé lo que pasa por esa boca.
- Pero me he cepillado el ano.
- No insistas. Si quieres te invito otro.
- Está bien.
- ¿Sabes? -dice el páncreas mientras le entrega el helado a las tripas.
- ¿Qué?
- En el instituto me gustabas mucho.
- ...
- ¿Qué pasa?
- A mí también me gustabas.
- Pero si estabas con los ganglios.
- Era por no estar solo.
- Lo que perdimos por no estar solos.
- Todavía estamos a tiempo.
- No lo creo... Tengo tres pequeños hígados en casa, y tú un píloro que te adora.
- Tienes razón.
- ¿No crees que cuando los ideales se realizan se vuelven feos?
- A veces me parece, pero no ha llegado a ser una creencia.
- ¿Y en qué crees? ¿O eres de los que van por ahí sin creer en algo?
- Creo en algo... Pero no puedo explicarlo.
- Inténtalo.
- No puedo -dice y se le sale un poco de caca.
- ¡Oh! ¿Estás bien?
- Sí, solo fue una arcada.
- Nunca me ha dado una.
- ¿Nunca?
- No, solo sé lo que es por lo que he leído.
- No hay comparación entre leer y tener una arcada.
- ¿Qué me queda si soy un páncreas?
- Seguro que hay cosas que solo le pasan al páncreas.
- Muchísimas.
- ¿Tampoco serás un pancreanista?
- ¿Qué es eso?
- Un movimiento de algunos páncreas que quieren mejorar sus derechos.
- ¿En serio hay algo así? ¿Pero no habrá cerebristas, fecalistas, pulmonistas?
- Mmmm... Fui fecalista.
- ¿Por qué lo dejaste?
- Me parecía que era una figura grupal, un mito totémico donde la mayoría querían formar parte de algo, pero no había esa devoción que siento por la materia fecal, muchas tripas gritaban y se rasgaban las vestiduras, llevaban sus camisetas con caca, sus peinados de mierda, pero rara vez te encontrabas con alguno que sea algo más que una imagen, la mayoría se movían en los mismos prejuicios sin una opinión propia, mucho farsante.
- ¿Acaso no eres un farsante?
- Sí, pero para eso no necesito agruparme.
- ¿Para qué sí?
- Para conversar, una orgía de tripas, una gran fiesta; acciones sin etiquetas.
- Eso no quita que en algunos grupos se hagan cosas que favorezcan a sus miembros.
- No digo eso, a mí no me gustaba, supongo que es una cuestión personal.
- ¿Y qué fue eso de que "eres parte de algo más grande"?
- No me refería a un grupo de órganos, no puedo definirlo pero puedo decir lo que no es.
- No crees que si no das una solución es mejor no criticar.
- Puede ser, pero puedo decir algo y después contradecirme, a su vez pensar lo contrario de todo lo que he dicho, decir lo mismo de otra forma o incluso dejar de pensar en ello.
- Pobre píloro.
- ¿Por qué?
- Debe ser difícil estar con unas tripas como tú.
- Pregúntaselo a él.
- Bueno, tengo que irme, nos vemos.
- Chau.

No hay comentarios:

Publicar un comentario