Poema XV(β) - Juan Neruda

Me gustas cuando mueres porque te haces presente,

y ya no oyes desde lejos, y nada te toca.

Parece que el cuerpo es devorado

y parece que la tierra es una gran boca.

Como todas las cosas están llenas de muerte

emerges de las cosas, llena de la muerte mía.

Gusanos del sueño, se aparecen en mi muerte,

y te pareces a la palabra golosina.

Me gustas cuando mueres y estás como antes.

Y ya no te quejas, los gusanos hacen lo suyo.

Y ya no oyes desde lejos, y nada te alcanza:

déjame que muera con la muerte que hubo.

Déjame que muera también con tu silencio

invisible como tú ahora, centro del anillo.

Eres como las vacas, callada y constelada.

Tu mugido da leche, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando mueres porque te haces presente.

Cercana y deliciosa como si estuvieras tibia.

Un mugido entonces, una cabra bastan.

Y estoy alegre, alegre de que no sea mentira.